Respuesta :

tal trabajo se llama erosión fluvial. Esta es la acción que rebaja progresivamente el cauce de los r. hacia alturas cada vez menores. Pero como los r. desembocan en última instancia en el mar, su acción excavadora no puede rebasar nunca este nivel. Por esta razón, Powel propuso en 1875 el nombre de nivel general de base de los r. para el nivel del agua de los océanos. Teóricamente, la tendencia de la erosión fluvial es reducir todo relieve que quede dentro del área de su influencia al nivel general de base, o a alturas próximas a él.

Para explicar el perfil de equilibrio de un r., hay que establecer antes- dos definiciones: se llama potencia bruta de una corriente de agua a la energía que tiene la cantidad de agua que pasa por segundo a través de una sección dada. Potencia neta es la potencia bruta menos la absorbida por el roce y el transporte de los materiales que carga. Si el r. en un punto tiene potencia neta positiva, se encaja allí, erosionando y rebajando su perfil. Si, contrariamente, la potencia neta es negativa, el r. abandona parte de su carga, elevando el cauce en ese punto. Se ve claramente que un r., abandonado a sí mismo, tiende a alcanzar un estado ideal, de tal modo que, en cada punto, su potencia neta sea nula, o, en otras palabras, ni erosione ni sedimente, limitándose a transportar su carga. Cuando esto sucede, se dice que el r. ha alcanzado su perfil de equilibrio, o que el r. está equilibrado, siempre respecto del nivel de base que presenta. Un r. en estas condiciones arrastra, no obstante, derrubios, que indican que por lo menos las zonas de cabecera no están equilibradas, ya que erosionan; en conjunto, la cuenca fluvial se rebaja. Por esto, a este perfil de equilibrio se le llama provisional. El perfil definitivo es una idealización, a la cual nunca se llega; se daría cuando el r. tuviese una pendiente tal que sólo le permitiese circular agua, sin transportar carga alguna y sin modificar el relieve.

      Es muy corriente admitir que la forma del perfil de equilibrio es próxima a un cuarto de elipse, o a una rama de hipérbola, con la concavidad hacia el cielo. Esto pudiera ser cierto para un r. ideal, que tuviese una cuenca estructural y litológicamente homogénea, pero no existe tal caso en la realidad. Por otra parte, lo normal en la Naturaleza es que la movilidad tectónica descoloque el nivel de base mucho antes de que el r. haya tenido tiempo para equilibrarse. Un r. equilibrado que circule por regiones geológicamente no isótropas, como es lo corriente, tendrá un perfil de equilibrio complejo, con cambios bruscos de pendiente en algunos casos, y que, en general, no responderá a ninguna expresión matemática sencilla. Tampoco es cierto que el tramo de desembocadura sea asintótico a la horizontal, sino secante; esto está claro, porque la corriente incide el nivel de base con un ángulo, por pequeño que éste sea.

      Las condiciones de equilibrio dependen de un cúmulo de factores, y la variación de uno o varios produce su pérdida; el r. comienza entonces a trabajar de nuevo para restablecer el estado ideal. Así, las variaciones del nivel oceánico, al alterar el nivel general de base, producen desequilibrio en las redes fluviales. Un aumento en las precipitaciones da mayor potencia neta al curso de agua, y le obliga a encajarse. Durante el Cuaternario (v. CUATERNARIA, ERA), el rápido y variado cambio de condiciones a que obligaban las distintas fases glaciares e interglaciares impuso en los r. una accidentada historia, y la misma corriente, siempre buscando su equilibrio, erosionaba activamente unas veces, para depositar otras gran cantidad de materiales.

Para alcanzar su perfil de equilibrio deben disminuir su altura :)