La homeostasis es un
proceso del sistema nervioso autónomo para la autorregulación, adaptación
o equilibrio que atraviesa un
medio o mecanismo interno y complejo (como el cuerpo de un ser vivo) para
reestablecer el equilibrio metabólico, es decir, para volver a estar saludable
y funcional. Los mecanismos homeostáticos actúan mediante procesos de
retroalimentación y control, cuando existe algún desequilibrio, se activan
estos mecanismos. Los sistemas homeostáticos complejos en su mayoría están gestionados
por una glándula llamada “hipotálamo” ubicada en el cerebro.
En el caso del cuerpo de un mamífero, el animal
estará dotado naturalmente de los mecanismos necesarios para que se activaran
cuando se produzca un desequilibrio interno, estos mecanismos se conocen como
mecanismos homeostáticos, los cuales se valen de las vías nerviosas y
endocrinas, para preparar las respuestas del organismo.
Se
distinguen principalmente dos mecanismos homeostáticos.
1)
Los mecanismos que funcionan a través de los impulsos
nerviosos.
a) Regulación de la presión arterial en los mamíferos en
general y en el ser humano en particular;
b) Regulación de la concentración de oxígeno y de CO2 en la
sangre en los mamíferos.
2)
Los mecanismos que funcionan a través de Vías endocrinas
(hormonas)
a)
Regulación de la concentración de glucosa en sangre;
b)
Regulación de las relaciones entre hidratos de carbono,
proteínas y grasas;
c)
Control
de los efectos de la alimentación y del ayuno en el cuerpo.
También hay procesos en los que actúan simultáneamente nervios y
hormonas como acción homeostática, son los llamados complejos. Por ejemplo: La regulación
de la temperatura interna del cuerpo o la obtención de la energía química a
partir de los alimentos.