Respuesta :

La anemia se define como una concentración baja de hemoglobina en la sangre. Se detecta mediante un análisis de laboratorio en el que se descubre un nivel de hemoglobina en la sangre menor de lo normal. Puede acompañarse de otros parámetros alterados, como disminución del número de glóbulos rojos, o disminución del hematocrito, pero no es correcto definirla como disminución de la cantidad de glóbulos rojos, pues estas células sanguíneas pueden variar considerablemente en tamaño, en ocasiones el número de glóbulos rojos es normal y sin embargo existe anemia.

SexoNúmero de EritrocitosHematocritoHemoglobinaHombres 4,2-5,4 x 106/mm3 42-52 % 13-17 g/dl Mujeres

3,6-5,1 x 106/mm3

36-48 % 12—16 g/dl

 

Los síntomas y signos de la anemia se correlacionan con su intensidad y la rapidez de su instauración. Otros factores que pueden influir son la edad del paciente, su estado nutritivo, y la existencia de insuficiencia cardíaca o insuficiencia respiratoria previa.

Los síntomas que se observan en la anemia aguda incluyen: debilidad (astenia), palpitaciones y falta de aire con el esfuerzo (disnea). También puede aparecer síntomas cardiovascular como taquicardia, disnea de esfuerzo marcada, angor, claudicación intermitente. En ocasiones se producen cambios de carácter que se manifiestan como irritabilidad, desinterés, tristeza, falta de sueño y abatimiento.

En la pérdida súbita de sangre por hemorragia aguda, sobre todo si es voluminosa y se pierde el 40% del volumen sanguíneo que equivale a 2 litros de sangre, predominan los síntomas de inestabilidad vascular por hipotensión, y aparecen signos de shock hipovolémico, tales como confusión, respiración de Kussmaul, sudoración, y taquicardia.

En la anemia crónica de mucho tiempo de evolución, muchos pacientes se adaptan a la situación y sienten muy pocos síntomas a menos que haya un descenso brusco en sus niveles de hemoglobina.

 

 

Son síntomas comunes de anemia ferropénica: palidez de la piel y las mucosas; cansancio progresivo; dolor y calambres en las piernas; pérdida de fuerza; cefaleas; pitidos en los oídos; irritabilidad; falta de concentración; pérdida de apetito; ausencia de menstruación; disminución del deseo sexual; palpitaciones; caída del cabello; uñas débiles…

 

La causa más frecuente de la anemia es la falta de hierro, pero puede estar provocada por otras muchas causas como la ingesta de ciertos medicamentos, enfermedades crónicas como cáncer, colitis ulcerativa o artritis reumatoidea, genéticas (algunas formas de anemia, como la talasemia, pueden ser hereditarias), insuficiencia renal, pérdida de sangre (por ejemplo, por períodos menstruales abundantes o úlceras estomacales), dieta deficiente, embarazo, problemas con la médula ósea (como el linfoma, la leucemia o el mieloma múltiple), problemas con el sistema inmunitario que causa destrucción de células sanguíneas (anemia hemolítica), cirugía del estómago o los intestinos que reduce la absorción del hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico, muy poca hormona tiroidea (tiroides hipoactiva o hipotiroidismo) y como consecuencia de una deficiencia de testosterona.

 

A continuación te presentamos los mejores remedios caseros para la anemia que hemos recopilado.

Ácido fólico para favorecer la formación de los glóbulos rojos diente de león y equinácea para la anemia Dieta para la anemia infusión de cola de caballo para la anemia lentejas para la anemia sopa de ajo para la anemia zumo de remolacha y zanahoria para la anemia