Respuesta :

Las primeras colonias romanas se establecieron en Ostia, Antium y Terracina al final del siglo IV a. C., momento en que se llevó a cabo la conquista de la península italiana. Se establecieron ahí por ser lugares que gracias a su posición estratégica permitía controlar a los pueblos sometidos. La fundación de una colonia se llevaba a cabo mediante una deductio colonial, es decir, por la transposición de una población foránea que se aloja en el nuevo territorio, colonias de nueva fundación (ex novo) o asentamientos indígenas. Los colonos eran habitantes de pleno derecho y de acuerdo al tipo de colonia varía el estatuto jurídico. Si era de latinos el estatuto era latino y si era de romanos el estatuto era romano. Se envían a los agrimensores, encargados de la distribución de tierra, que no será igualitaria, diferenciación social que motiva una sociedad jerarquizada. En esta primera etapa del proceso colonizador, que duró hasta el final de las guerras púnicas, las colonias tenían sobre todo fines militares, siendo concebidas para la defensa del territorio romano. Las colonias se fundaban por Roma para alojar a ciudadanos romanos, habitualmente legionarios que habían cumplido su servicio militar a los que el estado les concedía la propiedad de alguna tierra en las recién conquistadas. La tercera parte de territorio conquistado se entregaba a los colonos. Existían colonias de ciudadanos romanos y colonias de latinos, las cuales diferían en tamaño, formación y localización.