Para que una persona goce de un buen estado de salud, debe, entre otras cosas, mantener un peso adecuado, y para ello es necesario que consuma una cantidad suficiente de alimentos. De no ser así, puede ocurrir un déficit de nutrientes, que provocaría desnutrición, o un exceso de nutrientes, que originaría obesidad. Estas dos situaciones producen desequilibrios orgánicos que pueden llegar a transformarse en enfermedades.