La obediencia es una actitud responsable de
colaboración y participación, importante para las buenas relaciones, la
convivencia y el trabajo productivo.
- La obediencia no se determina por el afecto que puedas tener hacia la
persona que manda, concéntrate en realizar de la tarea o cumplir el
encargo que se te encomienda. Tu sentir en nada cambia el contenido de
la orden.
- Ejecuta las peticiones u órdenes sin calificar si son de tu agrado o
no.
- Toda encomienda es importante. Si es aparentemente simple, evita
pensar que no corresponde "a tu categoría". Si no cumples con las cosas
pequeñas, jamás cumplirás con las cosas que consideras como "grandes".
- No te quejes por los continuos encargos que recibes. Por una parte se
tiene confianza en tu capacidad; por otra, ¿no crees que estás
encubriendo tu pereza?
- Procura eliminar de tu persona esa visión mediocre de "sólo cumplir".
Ten iniciativa: termina las cosas al detalle dando un toque final a todo
lo que hagas, es la diferencia entre obedecer y cumplir, y eso, es lo
que hace un trabajo bien hecho.
La obediencia nos hace sencillos porque nos enfocamos en la tarea a
realizar y no en criticar a las personas; generosos por la
disponibilidad de tiempo, el interés y entusiasmo que ponemos al
servicio de los demás, generando confianza al actuar responsablemente.