Respuesta :

Como indican Hatfield y Sprecher (1986), ante las mismas característica, una persona con apariencia física agradable resulta mucho más atractiva que otra con menor atractivo físico. El atractivo físico sobre todo es determinante en los primeros encuentros o cuando el contacto es superficial. Según el proceso de ignorancia cognitiva (Rodin, 1987) la persona que inicialmente decidimos que no tiene ningún interés, no se le presta más atención y es olvidada. De hecho, las investigaciones han mostrado que los varones suelen a las mujeres poco atractivas (Feingold, 1990; Pierce, 1992).Algunas explicaciones nos muestran por qué nos resulta atractivo un físico agradable, como son (Moya, 1999):Según las teorías implícitas de la personalidad, en nuestra sociedad existen numerosas creencias acerca de que características de las personas van asociadas entre sí. En este sentido, el efecto halo es la tendencia a considerar que quien tiene una buena cualidad también tendrá otras cualidades buenas. Algunas investigaciones han mostrado que la gente tiende a creer que los hombres y mujeres atractivos son más estables, interesantes, sociables, independientes, dominantes, emocionantes, sexys, equilibrados, socialmente hábiles y con más éxito que aquellos que no son atractivos (Dion y Dion, 1987). Aunque esta asociación suele ser más fuerte cuando se trata de características relacionadas con la competencia social, moderada cuando son atributos relacionados con el ajuste personal y la competencia intelectual, y nula cuando se trata de índices relacioados con la integridad y la preocupación por los demás (Eagly y cols., 1991; Feingold, 1992ª)Las personas atractivas también atraen porque la asociación con una persona de estas características favorece la imagen pública. Así, diversos estudios han confirmado que cuando un hombre aparece acompañado de una mujer muy atractiva, mejora la impresión que causa (Sigall y Landy, 1973).Es posible que las personas atractivas se comporten de una manera que incremente su evaluación y las haga realmente más atractivas. Reis y cols. (1982, 1989) mostraron que los varones atractivos tenían más relaciones con mujeres, y desarrollaban un sentido de competencia social en este campo mayor que los varones menos atractivos. Sin embargo, las mujeres más atractivas no establecían más interacciones con los varones, eran menos asertivas y más temerosas en sus relaciones con estos que las mujeres de menor atractivo.De acuerdo con el modelo centrado en el efecto, los individuos con una buena apariencia activan un efecto positivo (Kenrick, Montello, Gutiérrez y Trost, 1993), y el efecto, como ya se ha comentado, es un importante determinante de la atracción.Las personas no aciertan totalmente al estimar cómo su propio atractivo es juzgado por los demás, y los hombres (pero no las mujeres) sobrestiman su buena apariencia (Gabriel, Critelli y Ee, 1994)