La principal diferencia era que en la cultura chinchorro el sistema
utilizado era muy simple: el cuerpo era desprovisto de la piel, los
tejidos musculares y los órganos internos, incluido el cerebro. Luego,
el cuerpo era modelado en barro y cubierto con la piel, teniendo
especial cuidado en llenar las partes faltantes de piel perdidas en el
proceso de desollamiento con trozos de piel animal. La parafernalia
incluía una máscara, que cuidadosamente mantenía los orificios de la
boca y las fosas nasales, además de modelar los órganos sexuales. La
momia terminada incluía una peluca confeccionada con cabello humano. Era
mas bien un proceso de relleno, parecido a la taxidermia actual.
En el antiguo Egipto enterraban, inicialmente, a sus muertos en la
caliente arena del desierto, en recipientes con hierbas, lo que
provocaba que los restos se desecaran rápidamente, previniéndolos así de
la descomposición; posteriormente eran sepultados. Más tarde,
comenzaron a construir mastabas de adobe, e idear el complejo proceso de
la momificación y los rituales asociados con el entierro que dieron
origen a los ritos funerarios.
El embalsamamiento egipcio alcanzó su máximo desarrollo alrededor de la
cuarta dinastía. Casi todas las vísceras eran retiradas, excepto los
riñones y el corazón, y la cavidad corporal se trataba con una
disolución de natrón. Después, el cuerpo se recubría completamente con
natrón pulverizado.
La persona encargada de efectuar el corte inicial del cuerpo con un
cuchillo de piedra, a un lado del abdomen, era elegida en la ceremonia y
posteriormente sometido a un ritual de persecución y lapidación, ya que
constituía una ofensa dañar el cuerpo del faraón, incluso después de su
muerte física.
Después de extraerlo del natrón, el cuerpo era recubierto, tanto por
dentro como por fuera, con resina para preservarlo, se envolvía con
vendajes de lino, engarzando escarabeos, amuletos y otros talismanes
religiosos. En el caso de la realeza, eran colocados dentro de una serie
de ataúdes jerarquizados, siendo el exterior un sarcófago de piedra,
normalmente. Los intestinos, pulmones, hígado y estómago eran
preservados por separado y almacenados en los vasos canopos, quedando
protegidos así por los cuatro hijos de Horus.