Respuesta :

Desde los albores de la humanidad, cuando aún se perfilaba el destino de ese género desprovisto de fuerza bruta, pero abundaba en él la razón para hacerse dueño del mundo, el hombre gritó: ¡Civilización! y así surgió el lenguaje: como forma de introducción a los misterios divinos. ¿Acaso habrá sido fortuna? Es imposible no pensarlo. 

Es la humanidad el resultado de ese grito inicial y es también su destino el preservar la fe en que a través del cultivo de la palabra esta sociedad que se ha ido construyendo, global, común, abierta, encuentre la mejor forma de entenderse y cerrar un capítulo abierto en la historia del mundo como lo conocemos.