Las plantas del desierto son las que viven en lugares en demasía secos (xerófilas), el ejemplo mas conocido es el del cactus. Estas mismas han adaptado su forma para poder almacenar el agua que sus raíces logran extraer del suelo seco; en consecuencia de esto sus hojas se fueron con el transcurso del tiempo achicando hasta convertirse en las espinas, este suceso se produjo con el objetivo de minimizar la evaporación y así perder el agua que capto, su tallo se expande para acumular el agua y sus raíces se extienden al máximo para que puedan ir hacia abajo y hacia los lados y así poder de esta manera abarcar una mayor superficie del suelo ya que así puede tomar el agua de mejor manera. En resumen las hojas de las plantas del desierto son las propias espinas. En el desierto debido a la aridez del suelo, las plantas toman la humedad del ambiente por las mañanas, y debido a las altas temperaturas durante el día y por la intensa luminosidad del sol, la planta emprende a transpirar.
A causa de la escasez del agua, en todas las zonas desérticas es escaza la flora. Algunas de las plantas del desierto que conocemos y que las ubicamos mas precisamente crecen en el desierto de Sahara son la adelfa y el ciprés del tassili. Este tipo de plantas, como dijimos en párrafos anteriores se adaptan al medioambiente desértico para reducir la evaporación y aumentar la absorción de agua.
Las clásicas características de las mismas son: hojas muy pequeñas, raíces muy extensas capaces de sumergirse en los lechos más húmedos del suelo, como por ejemplo lo hacen las acacias y los tamariscos. Ademas las plantas del desierto poseen acumulación de agua en sus tejidos y las hojas recubiertas con una especie de cera. Esta hace que que no se pierda el agua de las raíces y transportarla para absorber la humedad de la atmósfera. Muchas veces debido a las fuertes lluvias esporádicas que suelen darse en los desiertos o zonas desérticas, se forman bañados o pequeños lagos, en las laderas de los mismos podemos encontrar algunos arbustos aislados, entre ellos son los que ya hemos nombrado, acacias y tamariscos.
