En los años 50 se inició la era nuclear en serio. Ya se habían lanzado dos bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, y otras tantas pruebas de bombas por parte de las superpotencias (EEUU y URSS). Pero más allá de lo bélico, aparecieron otras aplicaciones útiles para la vida civil, como la generación de energía.Además de las centrales nucleares, se consiguió propulsar barcos (principalmente de guerra), se pensó en aviones con energía nuclear (como el NB-36H) y hasta se ideó un coche con reactor, el Ford Nucleon Concept. Este automóvil nunca pasó de ser una maqueta, pero era toda una declaración de intenciones.Con un solo repostaje, podía recorrer 8.000 kilómetros, y sin emitir gases contaminantes. Aquí se acababa la idealización, todo lo demás iban a ser problemas. ¿Tiene sentido la energía nuclear para los automóviles? Pues vamos a verlo, ahora que este tema está tan en boca de todos por los sucesos de Japón.