FOSAS NASALES: Gracias a las fosas nasales, el aire que ingresa a nuestros pulmones está húmedo y tibio, merced a los pelitos.
También esos pelitos ayudan a que las partículas extrañas no ingresen al sistema respiratorio, ya que actúan bloqueando su pasaje.
También, como todos sabemos (más aún en invierno o cuando hace mucho frío), las fosas nasales son las encargadas de expulsar aquello que le molesta al aparato respiratorio, mediante la mucosidad.