La extinción natural también funciona de una manera más sutil a través de los procesos evolutivos, cuando una especie sufre un cambio gradual para dar lugar a nuevas formas, como sucedió con los peces teleósteos de aleta lobulada que se extinguieron, dando lugar a los primeros vertebrados terrestres, los anfibios; o como los reptiles mamiferoides, que originaron a los mamíferos.
mientras que la extinción contemporánea es causa por el hombre