La noche de los colibríesEscrito por: Jairo Aníbal NiñoUna noche los niños desaparecieron. Todos los niños de la ciudad ser esfumaron como por arte deencantamiento. Esa noche la luna tenía aspecto de un agujero en la suela de un zapato viejo delcielo.Ante la ausencia de los infantes se levantó primero el llamado de un adulto y luego el de otro y elde otro y, finalmente, a toda la ciudad la cubrió un tejido de subía y bajaba con intensidad comoun mar de los lamentos.Los adultos llamaron sus niños con la esperanza, de una respuesta:¨!María¡ ¡Susana¡ ¡Iván¡ ¡Peter¡ ¡Soledad¡ ¡Augusto José¡ ¡Marlon¡ ¡Sandra¡ ¡John Fitzgerald¡Y entre nombre y nombre intercambiaban las más diversas expresiones:¨¿en dónde te has metido?¨ ¡Es tu madre quien te habla ¡respondan¡se van a ganar unos azotesno te aguanto una broma mas no se escondan te perdono nome hagas enojar te juro que te quieroesta bien, te voy a comprar la bicicleta ¿Por qué no me contestas? Ya veras lo que teva a pasarcuando te agarreLos adultos ocuparon inútilmente las calles,los parques, y las plazas por su afán de encontrar a susniños .las autoridades estupefactas no tenían ni explicaciones ni sospechosos .es cierto que devesen cuandondesaparecian niños y ellos actuaban en esos casos con mayor o menor fortuna .perotodos absolutamente, todos los niños de la ciudad , se hubieran desaparecido , era el mas oscuro yterrible de los misterios en la ya larga hitoria de la ciudad .Anselma Anselma se despertó cuando un rayo de sol se colo en el agujero de la ventana y seposo en su nariz . ella quiso espantarlo como un mosco dela luz pero el rayo con terquedad sequedo hay en ese punto de la cara. Anselma Anselma se hizo a un lado y la chispa se fijo en lasabana con una inmensa pulga estelar .Anselma Anselma erauna anciana de tez cobriza ojos claros y manos de dedos largos yacariciadores.toda subida había sido maestra de escuela y nunca abandono sun vocación, ni aunen el momento en eque, obligada por sus reglamentos , tuvo que irce de la escuela para cumplircon el mandato de lajubilacion . nunca pudo entender per que unmaestro debía renunciar a sumisión simplemente por el echo de que se aya vuelto viejito .Anselma Anselma con los años abiaacomulado achaques arrugas y un resfriado crónico pero al pasar el tiempo había atesoradopreguntas cuentos amor por los niños y las niñas
