Extinción de las especies vegetales
Nuevamente, el hombre es el principal responsable de la paulatina
disminución y extinción de árboles, arbustos y hierbas, entre otros.
Nunca antes hubo tantas especies vegetales amenazadas. Su desaparición
total no sólo significa una pérdida irreparable para la diversidad
existente, sino que también afecta el equilibrio de todo ecosistema.
Sólo pensemos que por cada especie de planta, se estima que existen
entre 20 a 40 especies animales que dependen de estas para su
supervivencia, por lo que por cada planta extinta pueden desaparecer
numerosos animales.
En todos los ecosistemas en peligro, tanto las amenazas naturales
como en las que el hombre se ve involucrado se alternan como las
principales causas de la extinción de las especies. Lamentablemente, en
algunas de las mayores reservas de la biodiversidad, como Sudamérica o
el sudeste asiático, se sufre a diario la pérdida irreparable de muchas
plantas, algunas de las que ni siquiera se tiene mucha información.
Amenazas humanas
Nuevamente, la destrucción del hábitat es sindicada
como la causa directa de la extinción o vulnerabilidad de muchas
especies vegetales. De esta manera, la expansión de zonas urbanas,
tierras utilizadas para el cultivo extensivo, la deforestación
de vastos sectores e, incluso, incendios forestales intencionales
afectan a las plantas que naturalmente habitan dichos lugares,
induciendo a su extinción.
La comercialización ilegal es también uno de los
graves problemas que afectan a las especies vegetales. Al año, se estima
que 7 millones de cactus y 9 millones de orquídeas son recolectados
desde sus hábitats naturales para satisfacer los gustos de
coleccionistas que buscan las especies raras. Lamentablemente, solo el
10% de los ejemplares capturados sobreviven a la manipulación,
hacinamiento, transporte y condiciones higiénicas, por lo que ni
siquiera es posible que permanezcan con vida.
Un claro ejemplo de esta preocupante situación es lo que ocurre en el
desierto de Chihuahua, en México. Esta zona es reconocida por su enorme
biodiversidad vegetal, lo que se refleja en la gran cantidad de cactus
existentes: se estima que allí habitan cerca de 1.500 de las especies
conocidas hasta hoy, las que están bajo la amenaza de la extinción
debido al constante asedio de comerciantes que ignoran su importancia
para la naturaleza y los transan a modo de mercancía.
Otros de los fenómenos que afectan directamente la supervivencia de
los organismos vegetales es aquel que se relaciona con la pérdida de la
variabilidad genética de las plantas. Debido a la utilización y
masificación de ciertos cultivos de alto rendimiento, se están mermando,
paulatinamente, variedades de diferentes especies vegetales a un ritmo
alarmante. Según estudios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación) se estima que, en los últimos
100 años, se ha perdido cerca del 75% de la diversidad genética
agrícola. Una cifra preocupante que parece no detenerse; incluso, la
introducción de transgénicos (organismos genéticamente modificados) está
afectando la supervivencia de variedades únicas de plantas, en
beneficio de aquellas que, comercialmente, son mejores y más rentables.
La introducción de plantas y animales foráneos
también ha ocasionado la frecuente eliminación de ciertas especies de
flora nativa.