Este trabajo trata sobre la leyenda de un cocolo que se estableció en
san pedro de Macorís a ocuparse en los ingenios azucareros, este cocolo llego a
partir de la isla Saint kitts, en una barca llamada glorieta que alcanzaron en
ella setenta y nueve hombres y cuatro mujeres con el sueño de prosperar.
En el progreso de la historia el cocolo va relatando todo lo que tuvo
que transitar en ingenios y como era la existencia en ellos, narraba que al
llegar al muelle lo inicial que distinguió fue ese olor de los ingenios que permanecía
construido en el recuerdo.
Este cocolo vino con la ilusión también de conocer a su tío, que ya tenía
10 años en los ingenios afanando, un día se dispuso salir a buscarlo a otro
ingenio que se citaba central romana, allí lo logró hallar en una silla jugando
domino. Ya quedaba todo veterano y remangado casi no lo reconoció pero de todos
modos le solicitó la bendición.