Respuesta :

Sin nombre:

Al tan tan de los tambores,
marcha el valiente soldado,
a quien la fortuna le ha dado
una llamada a su puerta 
y con paciencia infinita ha esperado respuesta,
rogando al cielo no sea solo un toc toc en su mente
o un devarío producto de un severo golpe en su frente.

Quizo la diosa Fortuna,
cambiar su suerte ninguna,
por un maravilloso encuentro a la luz de la luna
y al compaz de la dulce melodía del tan tan ta tan
que inicia  el cortejo nupcial
y a la zaga de él camina su pareja ideal.

Con estos versos trato con verdadero agrado,
dar respuesta a tu solicitud,
esperando hallar virtud
que con calificación responda 
a esta excelente onda de ayudar a los demás,
lo cual aplaudo con un sonoro plas, plas, plas.