Muchos países en desarrollo obtienen una parte considerable de sus ingresos
de exportación gracias a un reducido número de productos agrícolas, y en algunos
casos de un solo producto.
Esta concentración hace que los países sean muy
vulnerables a la evolución negativa de los mercados o de las condiciones atmosféricas.
Una sequía o una caída de los precios en los mercados internacionales pueden
agotar rápidamente sus reservas de divisas, reducir su capacidad de pagar importaciones
esenciales y sumirlos en la deuda.
Nada menos que 43 países en desarrollo obtienen más del 20 por ciento
de sus ingresos totales de exportación de mercancías gracias a un solo
producto. La mayor parte de estos países se encuentran en el África
subsahariana o en América Latina y el Caribe, y dependen de las
exportaciones de azúcar, café, algodón despepitado o banano. En la
mayoría de ellos, la pobreza es un fenómeno generalizado. Más de tres
cuartas partes de estos países se clasifican como PMA, es decir, entre
los países cuyo PIB per cápita es inferior a 900 dólares al año.
Además, datos recientes revelan que pocos de estos países están
reduciendo su dependencia de los productos básicos.
En 14 de ellos, la
dependencia de un solo producto agrícola aumentó de hecho entre 1986-88 y
1997-99, y sólo siete países consiguieron reducir su dependencia de un
único producto. En los 20 últimos años, los precios reales de muchos de
los productos básicos de los que dependen estos países han fluctuado
enormemente y han caído de manera significativa en términos generales.
Los descensos y fluctuaciones de los ingresos de exportación han
tenido consecuencias negativas en los ingresos, inversiones y empleo en
estos países y han dejado a muchos de ellos sumidos en la deuda. El
Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han clasificado
42 naciones como países pobres muy endeudados (PPME). Treinta y siete de
ellos perciben más de la mitad de sus ingresos de exportación de
mercancías gracias a los productos básicos primarios. Más de la mitad
del cacao mundial y más de una cuarta parte del café se producen en
países clasificados como PPME.