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Ecuador se convirtió en el primero entre 194 países en entregar su informe a la Unidad de Coordinación Regional (UCR) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, (CNULD) y así cumplió con los compromisos adquiridos a nivel internacional en esta materia, informó el Ministerio de Ambiente. La UCR destaca que gracias al Ecuador, América Latina se encuentra una vez más a la vanguardia de los procesos de lucha contra la desertificación. La CNULD es el organismo central en los esfuerzos planteados por la comunidad internacional para luchar contra la desertificación. Su objetivo es mitigar los efectos causados por la degradación de tierras y sequías extremas, mediante la adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas por acuerdos de cooperación y asociación internacionales. Ecuador se ratificó como parte de la Convención el 6 de diciembre de 1995 y entró en vigor el 26 de diciembre de 1996. Actualmente la Convención cuenta con 194 países integrantes. Entre las obligaciones asumidas por los Estados se deben realizar los informes nacionales cada dos años, responsabilidad que la asume la Subsecretaría de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente. Según los estudios ambientales, se estima que las áreas susceptibles a la desertificación corresponden aproximadamente al 4% del territorio nacional, esto es, 1'100.000 hectáreas. Además, 5'998.341 hectáreas, que representan el 23% de la superficie del país, constituyen las áreas más propensas a procesos erosivos. Las provincias más afectadas por la desertificación y sequía son: Manabí, Chimborazo y Loja. El documento agrega que entre los principales factores que contribuyen a la desertificación cabe destacar: el clima, los procesos erosivos, la deforestación, la pobreza, la densidad e irregular distribución de la población, la colonización, el aprovechamiento inadecuado de la tierra. La explotación irracional de los recursos naturales y las condiciones socio-económicas de la población han determinado que la desertificación sea reconocida en el Ecuador como uno de los problemas ambientales que requiere prioritaria atención a nivel nacional, señala un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores.