Respuesta :

Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro.
Ser fría no es no dejar que te quieran, sino no querer que te vuelvan a hacer daño
Creamos situaciones y después renunciamos a nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. No hay persona, lugar ni cosa que tenga ningún poder sobre nosotros. En nuestra mente, sólo pensamos nosotros.
El que ostenta el poder es siempre impopular.
Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.
Con el poder mantenemos una relación ambigua: sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros, pero nos gusta pensar que, si no existieran los gobiernos, los hombres se abrazarían