Respuesta :

El gusto o sabor que apreciamos de los alimentos proviene de las sensaciones obtenidas por dos de nuestros sentidos. El gusto el cual detecta partículas químicas disueltas en la saliva dentro de la boca. Y el olfato que detecta partículas químicas suspendidas en el aire. 
Como las cavidades nasal y oral tiene una conexión directa los aromas desprendidos por los alimentos al acercarlos a la boca y al ser masticados estimulan el olfato. 
Así pues las sensaciones que se obtienen de los alimentos provienen de esta experiencia sensorial para captar un sabor. 
HAAAA olvidaba el tacto la sensación de las texturas de los alimentos también forma parte de esta experiencia. 

Por eso cuando alguno de estos sentidos se encuentra afectado la percepción de los sabores se ve alterada. 

Cuando estas resfriado las membranas de tu cavidad nasal se encuentran inflamadas y cubiertas de una gran cantidad de mucosidad disminuyendo su capacidad de percibir aromas. 

En alguna ocasión en que te quemaste la lengua al ingerir algún alimento muy caliente seguro experimentaste algo similar.
Cuando estas resfriado las membranas de tu cavidad nasal se encuentran inflamadas y cubiertas de una gran cantidad de mucosidad disminuyendo su capacidad de percibir aromas.