TRANSCRIPCIÓN del ADN: La transcripción es el proceso durante el cual la
información genética contenida en el ADN es copiado a un ARN de una
cadena única llamado ARN-mensajero. La transcripción es catalizada por
una enzima llamada ARN-polimerasa. El proceso se inicia separándose una
porción de las cadenas de ADN: una de ellas, llamada hebra sentido es
utilizada como molde por el ARN-polimerasa para incorporar nucleótidos
con bases complementarias dispuestas en la misma secuencia que en la
hebra anti-sentido, complementaria de la hebra sentido inicial. La única
diferencia consiste en que la TIMINA del ADN inicial es sustituída por
URACILO en el ARN mensajero.
Además de las secuencia de nucleótidos que codifican proteínas, el ARN
mensajero copia del ADN inicial unas regiones que no codifican proteínas
y que reciben en nombre de INTRONES. Las partes que codifican proteínas
se llaman EXONES. Por lo tanto, el ARN inicialmente transcrito contiene
tanto exones como intrones. Sin embargo, antes de que abandone el
núcleo para dirigirse al citoplasma donde se encuentran los ribosomas,
este ARN es procesado mediante operaciones de CORTE y EMPALME,
eliminándose los intrones y uniéndose entre sí los exones. Este ARN-m
maduro es el que emigra al citoplasma. Un único gen puede codificar
varias proteínas si el ARN-m inicial puede ser cortado y empalmado de
diversas formas. Esto ocurre, por ejemplo, durante la diferenciación
celular en donde las operaciones de corte y pegado permite producir
diferentes proteínas.
Además de utilizarse como molde para la síntesis del ARN-m, el ADN también permite la obtención de otros dos tipos de ARN:
1- El ARN de transferencia (ARN-t) que se une específicamente a cada uno
de los 20 aminoácidos y los transporte al ribosoma para incorporarlos a
la cadena polipeptídica en crecimiento.
2- El ARN ribosómico (ARN-r) que conjuntamente con las proteínas ribosómicas constituye el ribosoma.