Respuesta:
un niño huérfano es dejado en una abadía, por lo que es criado por frailes y llamado Marcelino, al no tener referencias de su nombre anterior.
Marcelino siempre sintió el deseo de conocer y encontrarse una vez con su madre, y como podía, de algún modo, comunicarse con Jesús, a través de una imagen del crucificado, se lo hizo saber.
Un Conde intenta apropiarse de Marcelino, pero este logra escapar y retornar al convento, en el que es ocultado por los frailes hasta que se descubre todo, sin embargo, la beatitud del niño le otorga la gracia de Jesús, quien a su pedido, le concede el milagro de ir al encuentro de su madre sin experimentar la muerte.
Explicación: