Respuesta :

En 1924, desafiando la tradicional explicación del átomo propuesta por Einstein y De Broglie, los radicales revelaron una nueva teoría, basada en los saltos cuánticos de Bohr. Y esta era aún más ambiciosa y controvertida. En principio, fue desarrollada por Wolfgang Pauli, una de las brillantes estrellas de Bohr. Pauli partió de la idea extraña de los saltos cuánticos de Bohr y la convirtió en uno de los conceptos más importantes de toda la Ciencia. Y esto no se dice a la ligera. La idea de Pauli tiene el aburrido nombre de “Principio de Exclusión”. Pero quizás un nombre mejor sería “el secreto de Dios mejor guardado” porque explica la gran variedad de la creación. La idea de Pauli trataba de responder lo siguiente. Cada átomo está compuesto de los mismos componentes. Entonces, ¿por qué aparecen en tantas formas diferentes? En una variedad tan rica de colores, texturas y propiedades químicas. Por ejemplo, oro y mercurio. Dos elementos muy diferentes. El oro es sólido y el mercurio es líquido. El oro es inerte y el mercurio es altamente tóxico. Y, sin embargo, difieren en un solo electrón. El oro tiene 79 y el mercurio 80. Entonces, ¿cómo puede un único electrón ser el causante de esta gran diferencia? Lo que hizo Pauli fue extraer de la nada otra regla cuántica. ¿Recuerdan el átomo de Bohr como un edificio de varios pisos? Con el núcleo que es la planta baja y los electrones ocupando progresivamente los pisos superiores. Pauli dijo que existe otro regla cuántica que establece que cada piso solo puede acomodar a un número fijo de electrones. Por lo tanto, si se quiere añadir otro electrón al átomo, este tiene que buscar un lugar vacante en el piso superior. Y si este piso está lleno, se creara otro piso por encima de este para que lo ocupe el nuevo electrón.
 Parte más pequeña de un elemento químico que conserva las propiedades de dicho elementov[tex] de los atomos diferentes[/tex]