Respuesta:
El duendecillo de los resfriados es un ser diminuto que tiene una
enorme nariz y lleva una capa negra. Se cubre la cabeza con una
caperuza tan grande, que solo se le ve la nariz, roja y reluciente como
una brasa.
Este duendecillo se esconde en los canales de los tejados y desde
allí observa la calle pacientemente.
Cuando llueve y los niños desobedientes capotean en los charcos, el
duendecillo baja por el canal y les pellizca la nariz. Al día siguiente,
estos niños están resfriados y lanzan los más variados estornudos.
Explicación: