Todos los
individuos de la misma especie tienen el mismo número de cromosomas
(ley de la constancia numérica de los cromosomas),
cuando esto no ocurre, se producen las anomalías
cromosómicas, que ocasionan trastornos a los organismos
que las padecen.
La
mayoría de los seres vivos posee un número par de cromosomas.
Por ejemplo, el gato tiene 38 cromosomas distribuidos en 19 pares de cromosomas
homólogos (los cromosomas son iguales
dos a dos). Al número par se le llama diploide
y se representa por 2n, al número de pares se denomina haploide
y se representa por n.