a. Acuático:
Esta clase de ecosistema los seres vivos se desarrollan en el agua.
Estos, adquieren características físicas muy similares entre sí como
consecuencia de su adaptación al agua. En este ecosistema las
variaciones de temperaturas no son muy marcadas, por lo que esta no
afecta la supervivencia de los seres vivos. Este ecosistema es el de
mayor tamaño ya que representan el 75%. Dentro de los ecosistemas
acuáticos se encuentran los siguientes:
Bentónico: estos se ubican en el fondo de los
ecosistemas acuáticos. En aquellos que no son muy profundos, los
principales habitantes son algas. En los de mayor profundidad, la
mayoría son consumidores.
Nectónicos: estos animales se desplazan con total
libertad ya que gracias a sus medios de locomoción pueden adaptarse a
las corrientes de agua.
Plactónicos: estos seres vivos viven flotando en el
agua terrestre o marina y son arrastrados por las corrientes de agua, no
se trasladan por movimientos propios.
Neustónicos: estos viven sobre la superficie del agua, flotando.
b. Aéreo:
Este tipo de ecosistema tiene la particularidad de ser de transición.
Ningún ser vivo lo habita permanentemente, sino que tienen que
descender a la tierra para el descanso, alimentación o procreación, por
lo que no resulta autosuficiente. A causa de esto, algunos lo ubican
dentro del ecosistema terrestre.
c. Terrestre:
Este ecosistema se desarrolla sobre la superficie de la Tierra
llamada Biósfera. Los individuos más numerosos en este ecosistema son
los insectos, de los que existen 900.000 especies. Las aves ocuparían el
segundo lugar, con unas 8.500 especies. En tercer lugar, los mamíferos
de los que hay 4.100 especies. A diferencia del ecosistema acuático, en
el terrestre los individuos presentan características mucho más
variadas, esto se debe a los numerosos factores que condicionan a las
especies. Entre estos los más importantes son: la radiación solar, la
disponibilidad de agua, nutrientes y luz. Otra característica de este
ecosistema es la necesidad que tienen, tanto los vegetales como
animales, de agua para la hidratación de sus organismos, por lo que sin
ella no podrían subsistir.