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El poblamiento de América es el proceso por el cual se diseminó la especie humana en el continente americano. Los científicos no tienen dudas de que losseres humanos no son originarios de América, por lo que ésta fue poblada por hombres provenientes de otra parte. La evidencia paleoantropológica apoya la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia.
Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío, los paleoamericanos entraron al continente durante la última glaciación, que permitió el paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia. Este evento ocurrió entre 14 mil y 13 mil años A. P. Por otro lado, la teoría del poblamiento temprano dice que los humanos llegaron a América mucho antes, basados en el descubrimiento de restos cuyos fechamientos por carbono 14 dan una antigüedad mayor que 14 mil años A. P. A la investigación paleoantropológica se suma la información producida por la genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
En general, se considera que la mayor parte de los indígenas americanos son descendientes de un grupo único proveniente del noreste o el oriente de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en el flujo migratorio más reciente.1 Después de que los paleoamericanos entrasen al continente, el paso de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron prácticamente aislados del resto de la humanidad. Salvo el caso de una breve colonización vikinga en la costa de Canadá y Groenlandia, no hay evidencia contundente que respalde un posible contacto transoceánico entre la América precolombina y el resto del mundo.
Después del contacto colombino se plantearon algunas conjeturas para explicar el origen de los indígenas americanos, por ejemplo, mediante el mito de laAtlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.
Físicamente, los primeros pobladores eran de piel cobriza, pómulos altos, ojos oscuros y cabello negro y liso, es decir, tenían rasgos mongoloides o asiáticos. Eran grupos nómades, que se organizaban entre 40 y 50 personas, familiares entre sí, y que se movían siguiendo a los grandes animales que emigraban. Las personas de mayor prestigio e importancia dentro del grupo eran aquellas que cumplían de mejor forma sus actividades, destacándose de los demás. Gozaban de una excelente salud, ya que muchos de los virus y bacterias que trajeron desde Asia no sobrevivían al frío al que estaban expuestos. 

Para sobrevivir a este viaje, los integrantes de las bandas tenían que aprovechar al máximo lo que les ofrecía el paisaje. Por esto recolectaban semillas, hierbas y plantas comestibles que les entregaba el paisaje, especialmente en verano, cuando las temperaturas suben unos grados. 

Asimismo cazaban animales pequeños como focas, peces, aves y megafauna como mamuts, bisontes y caballos. A estos animales no sólo los utilizaban para alimentarse, también usaban sus pieles como abrigo, su grasa para cocinar, su estiércol como combustible y sus huesos para fabricar diversos objetos como armas, figurillas, agujas o punzones para coser la ropa y los cueros, entre otros usos. Un dato interesante es que en este viaje los hombres y las mujeres ya venían acompañados del perro, que ayudaba en la caza y el cuidado de los campamentos. 

Para soportar el clima frío, estas personas estaban muy bien equipadas con gruesos chaquetones, pantalones de cuero y capuchones de piel que los abrigaban del viento ártico. Una prenda importante fueron los zapatos de cuero para cubrir los pies, sin los cuales hubiese sido imposible avanzar. 

Fabricaban tiendas y chozas de piel. Para afirmarlas, primero hacían un agujero en la tierra y luego instalaban una estructura de huesos y ramas, la cual cubrían con cueros, para hacerla más firme y protegida del viento. Adaptados a la vida nómade, estaban acostumbrados a desarmar con rapidez sus viviendas y a transportarlas con ellos, al igual que lo hacían con los cueros y los alimentos.