Respuesta :

El viento es un caballo: 
óyelo cómo corre 
por el mar, por el cielo. 

Quiere llevarme: escucha 
cómo recorre el mundo 
para llevarme lejos. 

Escóndeme en tus brazos 
por esta noche sola, 
mientras la lluvia rompe 
contra el mar y la tierra 
su boca innumerable. 

Escucha como el viento 
me llama galopando 
para llevarme lejos. 

Con tu frente en mi frente, 
con tu boca en mi boca, 
atados nuestros cuerpos 
al amor que nos quema, 
deja que el viento pase 
sin que pueda llevarme. 

Deja que el viento corra 
coronado de espuma, 
que me llame y me busque 
galopando en la sombra, 
mientras yo, sumergido 
bajo tus grandes ojos, 
por esta noche sola 
descansaré, amor mío.

Y OTRO  

Para que tú me oigas 
mis palabras 
se adelgazan a veces 
como las huellas de las gaviotas en las playas. 

Collar, cascabel ebrio 
para tus manos suaves como las uvas. 

Y las miro lejanas mis palabras. 
Más que mías son tuyas. 
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras. 

Ellas trepan así por las paredes húmedas. 
Eres tú la culpable de este juego sangriento. 

Ellas están huyendo de mi guarida oscura. 
Todo lo llenas tú, todo lo llenas. 

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas, 
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza. 

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte 
para que tú las oigas como quiero que me oigas. 

El viento de la angustia aún las suele arrastrar. 
Huracanes de sueños aún a veces las tumban. 

Escuchas otras voces en mi voz dolorida. 
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas. 
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme. 
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia. 

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras. 
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas. 

Voy haciendo de todas un collar infinito 
para tus blancas manos, suaves como las uvas.