1) El pez payaso que vive en los arrecifes coralinos donde abundan las anémonas, y en ellas se refugia cuando está en peligro escondiéndose entre sus tentáculos. La anémona produce una sustancia mucilaginosa para protegerse ella misma de las descargas de la sustancia urticante de los nematocistos de los tentáculos cuando de rozan entre sí. El pez aprovecha ese mismo mucílago para cubrirse y no ser afectado por la anémona. El beneficio que obtiene el pez de esta relación es la protección frente a depredadores y la anémona obtiene el mismo, porque el pez ahuyenta a otros peces que son comedores de anémona.
2) Los langostinos son limpiadores de ectoparásitos de peces evitando así que estos enfermen y ellos se alimentan. Parece ser que tanto el pez como el langostino presentan pautas de comportamiento que les permite reconocerse mutuamente.
3) Los líquenes son organismos bastante desconocidos, representan , en realidad, una combinación de con un alga y un hongo y constituyen un ejemplo típico de mutualismo de tipo simbiótico, porque ni el alga ni el hongo podrían vivir por separadas en las mismas condiciones del medio en el que si viven asociados
4) El pájaro de la miel llama la atención del tejón melífero (Mellivora capensis) indicandole dónde existen panales de abejas silvestres. Cuando el mamífero los destruye para obtener la miel, deja al descubierto los insectos de la colonia, que son ingeridos por las aves.
5) La mayoría de las flores polinizadas ofrecen néctar o polen, o ambos a la vez, como recompensa a sus visitantes; los polinizadores por excelencia son los insectos. En este caso se han modificado para adaptarse a una especie de insecto concreto.
