El reciclaje de papel, plático y vidrio.
Separación de residuos orgánicos e inorgánicos.
Cuidar los recursos energéticos (consumo de energía eléctrica), utilizar bombillas y aparatos de bajo consumo energético.
Eliminar el consumo agresivo del agua, no dejando el grifo abierto del lavadero mientras lavas ropa o platos por ejemplo.
Utilizar productos de limpieza ecológicos, ya que éstos no dañan el medio ambiente el fabricarlos.
Consumir alimentos ecológicos, alimentos cuyo origen no ayude a la erosión de los suelos y mares.