Se dice que escribimos mejor de lo que hablamos y esto sucede, en ocasiones, porque al escribir ponemos más atención o concentramos los sentidos a realizar un mejor trabajo, cuidando la ortografía y orden de las palabras, en cambio cuando verbalizamos, a veces, decimos cosas sin pensarlas previamente y sin elaborar el “texto” a decir.
Existen diferentes formas de comunicarse oralmente, estas formas dependerán de qué es lo que se quiere comunicar y del contexto situacional en que se desarrolle el acto mismo.
Al comunicarnos poseemos una lengua en común para poder hacerlo con nuestros pares y esta lengua posee algunas características:
Diacrónica: tiempo
Diastrática: estratos socio-culturales à culto o inculto
Diafásica: lengua situacional à formal o informal
Diatópica: situación geográfica
El discurso oral es la facultad de la razón, que permite que podamos diferenciar una cosa de otra, inferirlas, por medio de las palabras, frases y oraciones que utilizamos al momento de efectuar la comunicación, que es cuando expresamos ideas, opiniones o sentimientos y esto es manifestado y expuesto ante un público determinado.
Clasificación del Discurso Oral
Desde el punto de vista o ENFOQUE del tema, el tratamiento del discurso será:
Descriptivo: se centra en detalles y características del tema que expone.
Expositivo: si el hablante quiere explicar algo o un acontecimiento, informarlo y desarrollarlo, apoyado por ideas.
Narrativo: será si el discurso es de relato, de contar un hecho.
Argumentativo: se basa en el uso de elementos para convencer al oyente, en cuanto al tema tratado. Utiliza recursos de fundamentación, ideas claves, primarias y secundarias para apoyar su tesis principal.
Desde el punto de vista de las CIRCUNSTANCIAS:
El discurso variará dependiendo si se trata de una emisión o interacción privada o pública.