Oligarquía
Ventajas:
Platón sugería a la oligarquía o aristocracia, como la mejor forma de gobierno, puesto que ésta organizaría a la sociedad del modo más eficiente posible.
Los oligarcas a los que se les concede poder político de por vida tienen un aliciente fuerte para gobernar bien a sus súbditos.
No existe la excusa de la culpa, y sus gobernantes tienen incentivos para crear políticas buenas de largo plazo para mantener al pueblo contento.
Desventajas:
Concentran el poder político en las manos de una minoría pequeña y poderosa de gobernantes.
Controlan las leyes de la sociedad, estas minorías acomodan las leyes a sus propios intereses y excluyen a las masas del proceso político.
Controlan todas las industrias en la sociedad y tienen casi toda o todas las propiedades.
Tiranía
Ventajas:
En este sistema de gobierno las ventajas son para quien ostenta el poder y sus allegados, quienes se lucran con los cargos que les otorga el gobernante.
Desventajas:
No existen los derechos.
El tirano haciendo uso el poder, para su propio beneficio y no para el bien del pueblo.
En este tipo de régimen el denominador común es el de:
Divulgar incultura para promover el temor y aprovechándose de esa ignorancia amedrentar al pueblo para establecer autocracia.
Dividir con políticas que socaven la fe pública y privada, promoviendo la desconfianza del pueblo entre sí y que por el recelo de esa inseguridad nadie confié en nadie.
Impulsar la pobreza del pueblo, realizar políticas para obtener dependencia perpetua del pueblo y a la vez que acobarde en favor del estado del tirano.
Democracia
Ventajas:
Protege el interés de los ciudadanos.
Reconoce la manifestación directa de la opinión pública en la toma de decisiones.
Consiente el uso de mecanismo tales como el referendo, iniciativa popular, revocación de cargos electoral.
Previene el monopolio de la autoridad.
Promueve la igualdad.
Estimula la participación ciudadana.
Ayuda a las personas a resguardar sus propios intereses fundamentales
Suscita el cambio.
Desventajas:
Mal uso de los fondos públicos y el tiempo.
Estimula la corrupción.
El principio de mayoría en que descansan estos instrumentos ponen en peligro los derechos de las minorías.
Prácticas inmorales durante las elecciones.
Fomenta la polarización de las opciones políticas