Un ecosistema es un sistema biológico,
formado por seres vivos y el medio natural donde estos habitan.
La transformación de un
ecosistema, de forma agresiva es explotación y esto acarrearía un desequilibrio
natural en el mismo. Convertir los ecosistemas en reservas ecológicas, es el
uso más “sano” que podría dársele, siempre y cuando se cumplan normas de
cuidado y preservación de las especies.
Una reserva ecológica,
debe ser un área protegida, donde se conozca la importancia de la flora y
fauna. Debe ser utilizada mayormente con fines de investigación y estudio y
trabajada por personas que sepan conservar los espacios.