Respuesta :

ertamente es una tarea difícil el intento de encasillar a Michel Foucault dentro de un ámbito determinado del saber, porque ¿qué es en última instancia? ¿un historiador, un historiador de las ideas, un filósofo -con pleno derecho a la palabra-, un intelectual o un simple profesor -como gustaba definirse-? Fiel al estilo de la singularidad y preocupado por darle a su trabajo un sesgo propio, la obra y el pensamiento de Foucault rebasan de lleno estas totalizaciones. No obstante, es preciso reconocer que algunos núcleos problemáticos aparecen en su obra de manera más o menos constante, lo que permite ubicar estos problemas dentro de ciertos campos con alguna precisión. En realidad la riqueza del pensamiento de Foucault reside en el hecho de combinar algunos temas ya clásicos de la filosofía -como el problema del poder, la historia o la ética- con algunas otras cuestiones absolutamente nuevas y originales -como el problema de la sexualidad, la locura y el encierro. Es posible enhebrar todas estas cuestiones a partir de una posición fundamental: en esencia la filosofía es, para Foucault, una ontología del presente.
Sin embargo el planteo del presente ha implicado para Foucault la necesidad de considerar el modo de constitución de la sociedad y del régimen de verdad también presentes.