La tierra posee una inclinación que genera que siempre exista una mitad que está
más cerca del sol, lo cual varía por el movimiento de traslación. Esto afecta
en la temperatura, la duración de los días y las estaciones del año.
De marzo a septiembre, el polo norte presenta su mayor inclinación hacia el
sol, por lo tanto los rayos solares llegan con mayor intensidad al hemisferio
norte de la tierra, es la época de primavera y verano en esta zona. Por el
contrario el hemisferio Sur estará en otoño e invierno pues el polo sur está en
oscuridad. De septiembre a marzo, esto se invierte.
México está ubicado en el hemisferio norte, por lo tanto, el sol alcanza su máxima
altura durante el verano y se percibirá que la salida y la puesta de sol se dan
hacia el Norte; durante el invierno el sol alcanza su altura mínima y se percibe
que las salidas y las puestas del sol son hacia el sur.
En conclusión, en México, las salidas y las puestas del sol se desplazan
hacia el sur durante el invierno.