Respuesta :

in necesidad de ir a un gimnasio ni de realizar todas las mañanas varias docenas de metódicas flexiones, nos es posible hacer todo ejercicio que necesitamos y conservarnos fuertes y esbeltos con solo utilizar cada día los momentos perdidos, esos pocos segundos que desperdiciamos telefoneando, haciendo cola o esperando que cambien las luces del semáforo. 

" Los músculos solamente pueden crecer a un cierto ritmo y basta un poco de ejercicio adecuado para lograrlo. Si se contrae cualquiera de los músculos hasta alcanzar unas dos terceras partes de su potencia máxima y se sostiene esa tensión durante 10 segundos una vez al día, el músculo se desarrollará tan rápido como le es posible. " 

Es indudable que todos los días habrá ocasiones en las que se disponga de unos segundos. Quien las utilice obtendrá grandes beneficios. 

Hasta en las ocupaciones más sedentarias, es posible contraer el abdomen, levantar la barbilla, estirar las piernas y brazos y aprovechar todas las oportunidades para moverse. 

Si estos ejercicios se hacen cuando se va de un lugar a otro, pronto se convertirán en hábitos. 

Hay nueve ejercicios fundamentales que se recomiendan hacerlos a diario, en pequeñas dosis de unos cuantos segundos cada vez: 


1.- Estírese, mientras esté sentado, acostado o de pie. 

2.- Enderece la columna dorsal, cuando esté de pie y pueda apoyar la espalda contra cualquier superficie plana ( pared. puerta. etc. ). Esto vigoriza al organismo entero. 
3.- Mueva el cuello, llevando la cabeza hacia arriba, hacia abajo y en círculos. Estos reduce la papada. 

4.- Meta el abdomen, cuando esté sentado o inclinándose sobre algo. Entona los músculos y reduce la barriga. 

5.- Aspire profundo, cada vez que pueda. Elimina la grasa del abdomen y ayuda mantener una postura elegante. 

6.- Haga flexiones con los brazos, haciendo movimientos de empujar, de atraer objetos hacia sí y de alcanzar cosas. Se fortalecen los músculos del torso. 

7.- Flexione las piernas, poniéndose en cuclillas, trepando y caminando. Favorece la circulación y fortalece los músculos de los chamorritos. 

8.- Mueva los dedos del pie y los tobillos, el ponerse de puntillas estira los músculos de las piernas y del pie. También el adelantar los talones, como si se intentara empujar con ellos, 

9.- Entone los músculos, saltando sobre su asiento y dando masaje, golpecitos y pellizcos a los lugares que desee reducir. El saltar sobre el asiento reduce la cintura y el vientre. 

Si se piensa en todo esto, se sorprenderá al advertir la gran cantidad de momentos libres que se presentan durante el día: mientras se va al trabajo, mientras se espera ante un mostrador, mientras se esta sentado en el despacho o se permanece de pie, al lado de la mesa de trabajo, entre una y otra tarea... etc. 

Sin necesidad de ir a un gimnasio ni de realizar todas las mañanas varias docenas de metódicas flexiones, nos es posible hacer todo ejercicio que necesitamos y conservarnos fuertes y esbeltos con solo utilizar cada día los momentos perdidos, esos pocos segundos que desperdiciamos telefoneando, haciendo cola o esperando que cambien las luces del semáforo.