Respuesta :

Tiene una importancia absolutamente primordial. Un gramo de agua necesita una caloría para aumentar su temperatura un grado, como nos cuenta la definición del calor específico del agua. Y esto es mucho, de hecho es un valor muy, muy alto. 
El agua es un magnífico acumulador de calor. Al ser muy alto su calor específico, es decir, que se necesita un gran aporte de energía térmica (calorías) para elevar su temperatura, una masa de agua puede acumular una gran cantidad de calor con un muy pequeño aumento de su temperatura. Ahora imagina la ingente cantidad de energía en forma de calor que, proveniente del sol, pueden acumular las enormes masas de agua de los mares del planeta. 
Cuando este calor se libera, esta enorme cantidad de calor acumulado en el agua se suelta a la atmósfera, calentando las masas de aire en contacto con ella. Estas masas de aire caliente se elevan, provocando que otras masas de aire frío ocupen su lugar, calentándose a su vez y elevándose de nuevo. El proceso se repite... Se producen vientos por estos movimientos de las masas de aire, tanto más fuertes cuanto más potente sea el "motor térmico" de los mares, es decir, cuanto más calor hayan podido acumular y por tanto más poderosamente puedan calentar el aire en contacto suyo. Estas masas calentadas pueden inducir movimientos de masas de aire tan intensos, en contacto con otras masas de aire frío, que provoquen los velocísimos vientos de los huracanes. 
Así que, resumiendo, uno de los aspectos climáticos fundamentales de esta gran capacidad de acumulación de calor por parte del agua de los mares , es la de ser un "motor" de los vientos. Esto se observa en la costa diariamente en las dos direcciones: 
Por la mañana el sol calienta rápidamente la tierra, pero el agua del mar no eleva sustancialmente su temperatura a pesar de recibir la msma energía del sol. Así , la masa de aire encima de la tierra está más caliente, se eleva, y el aire frio encima del mar viene a ocupara su lugar. Por lo tanto, la brisa marina de la mañana es en dirección mar-tierra. 
Por la noche, el aire se enfría al desaparecer el sol, y es cuando el mar empezará a soltar a la atmósfera la gran cantidad de calor acumulado durante el día. Ahora es la masa de aire en contacto con el mar la que se calienta y asciende, y el aire frío de la tierra el que pasa a ocupar su lugar. Por lo tanto, la brisa marina nocturna es en dirección tierra-mar. 
Otro aspecto climático fácilmente constatable es el del clima más dulce y menos extremado de las ciudades costeras con respecto a las ciudades de interior. A igual latitud, las zonas costeras no suben ni bajan tanto las temperaturas como las metidas tierra adentro. Otra vez la acumulación de calor posible de los mares debido al alto calor específico del agua es la explicación.