Escudo Provincial El capitán Pedro del Castillo incorpora a la corona de
España en 1560, este nuevo territorio. La Provincia de Mendoza definió
su escudo y sello por ley Nº 1.450 del año 1941, modificada por ley Nº
5454 del año 1989, cuyo texto se transcribe a continuación: "Declárase
Escudo Oficial de la Provincia de Mendoza el que a continuación se
determina: forma ovalado. Dividido por mitades en dos cuarteles: el
superior de color azul y el inferior de color blanco. En el campo blanco
y por debajo de la línea divisoria, dos brazos desnudos, cuyas manos
diestras entrelazadas sostienen una pica que alza el gorro frigio de
color gules. En el campo blanco una cornucopia o cuerno de la abundancia
tendido con su vértice hacia la derecha y su boca hacia la izquierda
derramando los frutos de la tierra y claveles del cerro. El sol
meridiano en lo alto del Escudo deberá tener dieciocho (18) rayos
flamígeros y rectos, alternado simétricamente. Dos ramas de laurel en
guirnaldas se cruzan en la parte inferior del Escudo atadas con un lazo
celeste y blanco". EXPLICACIÓN: Como la mayoría de los escudos
provinciales está inspirado en el Escudo Nacional. Tiene una forma oval
cortado; con un campo superior de azur-celeste (Azul-celeste) y uno
inferior de plata (blanco). En el campo inferior, en lugar preferencial,
campea un cuerno de la abundancia, del que manan claveles del cerro,
racimos de uvas y una espiga de trigo. Por encima del cuerno, dos brazos
desnudos con sus manos diestras que se estrechan y sostienen una pica
de oro (amarillo) que remata en un gorro frigio que mira a diestra
(derecha), que campea en el cuartel superior y representa la libertad. A
ambos lados del escudo aparecen ramas de laurel que lo enmarcan, como
símbolo de gloria, y se unen en su parte inferior por una cinta celeste y
blanca. Coronando al escudo, en jefe (figura heráldica que aparece en
la parte superior del escudo) aparece un sol naciente figurado de oro
(amarillo), con dieciocho rayos rectos y flamígeros alternados que
representan los departamentos que conforman la provincia.
DESCRIPCIÓN
Confeccionada en forma rectangular de dos paños, uno blanco en la parte superior y uno azul-celeste en la inferior.
Se
agrega un óvalo en la parte central, un poco corrido hacia el sector
superior y en dos campos, el azul en la zona superior y el blanco en la
inferior. La corona el sol, con treinta y un rayos y con notable
expresión en los ojos.
Abrazando el óvalo hay dos guirnaldas de laureles que se unen en la parte inferior con una cinta azul-celeste.
La
guirnalda derecha posee sesenta hojas y la izquierda, cincuenta y
nueve, las cuales desde la parte inferior al extremo superior van
perdiendo la coloración y se tornan amarillentas.
La
Pica, en posición vertical, apoya aparentemente en un montículo rocoso.
La sostienen dos manos unidas y está coronada por el Gorro Frigio.
El óvalo está bordeado por una cinta que actualmente es de color amarillento oro-marrón.
En
general, el color de la bandera está afectado por la acción del tiempo.
El azul-celeste o turquí, desteñido, y el blanco, de un amarillo claro
que tiende al crema.
AMAÑO
Posee un metro veinte centímetros de ancho por un metro cuarenta centímetros de largo.
Cada una de las fajas posee sesenta y nueve centímetros la blanca y setenta y un centímetros la azul-celeste.
Avanzado
el tiempo durante l gobierno provincial de Videla (1932-1935), la
bandera fue colocada en un cuadro-estuche al que se dio ubicación en el
Salón Rojo de la vieja Casa de Gobierno, que estaba frente a la plaza
Independencia.
Como
la bandera estaba muy deteriorada en la parte que se unía al asta y aún
más del lado opuesto, que se deshacía al contacto de la mano, se le
practicaron dos dobladillos en las líneas opuestas y se eliminaron las
partes deterioradas, con lo que el Sagrado Símbolo perdió
aproximadamente diez centímetros de largo y cuatro centímetros de ancho.
Para evitar nuevos deterioros, se superpuso una tela de sarga azul.
BORDADO
En
forma completa y en sus detalles, se practicó bordado en el anverso, al
que se le agregaron las joyas que a ese efecto donaron las damas
Patricias.
En el reverso, el bordado se limitó a lo indispensable para dar seguridad al bordado del anverso, como así a las joyas.
Según la experta, señora Luengo de Morist, el trabajo de costura y bordado se realizó a puntada larga, sin pespuntes.