Se apoyaba en la esclavitud. Como el trabajo lo hacían los esclavos, los ciudadanos (una pequeña minoría, únicamente varones) tenían todo el tiempo del mundo para filosofar, hacer deporte y cultivar el cuerpo, asistir al teatro, reunirse en asamblea y decidir directamente los asuntos del gobierno de la ciudad. La democracia ateniense, tan idealizada, es un lindo concepto que sin embargo alcanzaba a unos pocos, mientras que las masas (al igual que hoy) quedaban por fuera de la decisión de su propio destino.