Respuesta :

Disociativa (es decir, la misma propiedad asociativa, pero al revés): Algunos factores pueden descomponerse
en partes o factores menores, siempre que su asociación multiplicativa
equivalga al factor inicial. Por ejemplo, si hay que multiplicar 18 por 35, se facilita la operación si 18 se disocia
(mentalmente, en la práctica) en 9 x 2, y 35 en 5 x 7, lo que permite un reacomodo en la multiplicación: 18 x 35 = 9 x 2 x 5 x 7 = (9 x 7) x (2 x 5) = 63 x 10 = 630.

Respuesta:

La propiedad disociativa es lo opuesto a la propiedad asociativa. Esta consiste en que los términos de una suma o multiplicación pueden agruparse de forma indistinta, obteniendo siempre el mismo resultado. Recordemos, además, que la suma y la multiplicación son dos de las operaciones básicas de la aritmética.